Gigantescas aves carniceras que compiten con los mamíferos
No crea el lector que en ese extraño mundo de luchas, movimientos y surgimiento de nuevas formas intervinieron solamente los mamíferos. Ellos tuvieron, sin duda, el papel predominante, por lo numerosas y variadas que fueron sus especies; pero a la par intervinieron también animales de muchos otros grupos zoológicos, entre los que debe mencionarse, en primer lugar, a las aves.
En Sudamérica se originó, hace cosa de 25 millones de años,! en los comienzos de la época miocena, una familia muy notable, la de los estereornites. Fue una familia zoológica numerosa que se dividió en varios géneros distintos, todos ellos de hábitos carnívoros y de una talla variable, que iba desde los 70 centímetros de altura, en las especies menores, hasta los 2,40 metros, en las especies gigantescas.
Eran aves impresionantes, feroces, dotadas de una cabeza enorme, tan grande como la de un caballo, terminada en tremendo pico. Poseían largas patas y poderosos dedos; sus alas, en cambio, estaban atrofiadas y jamás les sirvieron para volar. En consecuencia, eran diestras corredoras que, con grandes zancadas, podían alcanzar a cualquier presa, especialmente a los mamíferos. Un ejemplar emparentado con ellas, aunque bastante diferente, es la chuña actual, ave de unos 60 centímetros de altura, gran corredora, que, si las circunstancias se lo exigen, puede emprender cortos vuelos.
Durante el largo aislamiento geográfico de América del Sur, estas aves, juntamente con los marsupiales carnívoros, dominaron el escenario natural de la fauna de esa época, en la que cada especie, según su distinta talla, tuvo un papel concreto que desempeñar, al hacer presa sobre aquellos animales que le correspondían por tamaño.
Luego, durante el Pleistoceno, cuan-, do arribó desde el Norte la gran migración de los auténticos carnívoros, como pumas, tigres, perros, etcétera, ellas sucumbieron ante el mayor perfeccionamiento de éstos y se extinguieron, pese a su tamaño y al aspecto feroz con que aun hoy nos impresionan sus restos fósiles.
Pagina anterior: Surgimiento de nuevas faunas y desaparición de otras
Pagina siguiente: EL LENGUAJE DE LOS ANIMALES