Al salir de sus huevos, las crías empiezan a comer engullendo algunas piedras
El instinto enseña al avestruz que si dejase sus huevos sin protección correrían el riesgo de cocerse con el ardiente calor del sol del desierto, y por lo mismo, los resguarda con una capa de arena. Cuando los pollos salen del cascarón no comen durante los dos o tres primeros días otra cosa que algunas piedras, y en cuanto son capaces de correr, los padres los cuidan con la mayor solicitud.
En África, y en California, se crían muchos avestruces en estado doméstico, utilizándose las plumas de los ejemplares grandes, que son muy estimadas. En ciertas épocas del año se reúne y encierra a estas aves en grandes corrales a fin de practicar la operación del desplume. Se arrancan de cada ala dieciocho o veinte largas plumas blancas, más ocho o nueve de las llamadas de fantasía y algunas más cortas. Pero esto ha de hacerse sin causar dolor al ave, ni desgarramientos en la piel, pues, de lo contrario, sobrevendría la fiebre y con ella la muerte. No debe tampoco despojarse al animal del plumaje que necesita para resguardarse del frío, exponiéndolo a perecer. El interés del propietario consiste en conservar a sus aves en buena salud, porque de ese modo obtendrá mayores rendimientos, para lo cual en muchos lugares se cortan las plumas en lugar de arrancarlas.
Casi todas las colecciones zoológicas: poseen algún ejemplar de avestruz. Estos anímales se alimentan de sustancias vegetales, hierbas, hojas y frutos; engullen piedras y otros objetos duros para ayudar a la digestión. Si los guardianes se descuidan, estos voraces animales comerán cualquier objeto que llegue a su alcance. En el aparato digestivo de un avestruz muerto se encontraron varias piedras grandes, siete clavos, un sobre, un alfiler de corbata, trece monedas, dos llavecitas, una medalla de plata, un pedazo de pañuelo, y una crucecilla metálica. Sin embargo, el animal no murió a consecuencia de tan rara comida, pero uno de sus congéneres pagó con su vida la intemperancia de haberse tragado un pedazo de sombrilla.
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