El okapi es un animal tímido, silencioso y solitario
No han faltado nunca enanos en el mundo; mas esto no era prueba de que hubiese grupo étnico cuyo distintivo fuese su corta estatura. Sin embargo, tal grupo se descubrió en el corazón de África, y un oficial inglés, el mayor Powell Cotton, quiso hacer su viaje de bodas por esas regiones, para que viera su joven esposa aquellos raros tipos de tan exiguo tamaño. La señora era valiente; la expedición no la asustó, y cuando su marido hubo de internarse en las selvas para cazar animales raros, ella se quedó sola entre los pigmeos. Este curioso pueblo era el único que tenía noticia del extraño animal, en cuya existencia no creían los naturalistas. Los pigmeos conocían perfectamente las costumbres del okapi. Sabían que el alimento especial de que se nutre no se encuentra fuera de aquellos bosques. Érales, además, bien conocido que es un animal tímido, silencioso y solitario, que al olfatear desde muy lejos al hombre, se apresura a ponerse en salvo, huyendo a lo más espeso del bosque, adonde ni aun los pigmeos pueden seguirlo. Pero aquellos hombrecillos no ignoraban que hay momentos en que es posible aproximarse al animal y herirlo mortalmente, disparándole una flecha envenenada.
Éste fue el conducto por donde atrevidos cazadores se enteraron de que los sabios no conocían aún todas las especies de vertebrados que vivían en el territorio africano.
Merece también recordarse que este mismo viajero permaneció algún tiempo entre hombres que viven en las cavernas africanas. Halló un grupo de trogloditas reunidos en tribus de cuatro o cinco familias, vestidos de pieles y que habitan en las grandes excavaciones naturales, como los antiguos pobladores de la Europa salvaje, que compartían el suelo con el mamut, el oso y la hiena.
Todo esto demuestra que aún no se han borrado todos los vestigios del mundo primitivo y que todavía hay cosas dignas de verse y conocerse: animales selváticos de los que nunca se había sabido nada; pigmeos en los bosques, como los hombrecillos de los libros de cuentos; familias que habitan en cavernas, como los primitivos representantes del género humano, y otras que, en compañía de sus animales domésticos, viven entre los hielos eternos, como vivieron los hombres de la Edad Glacial.
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