Algunos animales desaparecidos en los Ășltimos tiempos


Hay quien cree que el cuaga típico, originario de la región de El Cabo, cuya raza se supone extinguida desde 1879, vive aún; que existen algunos ejemplares que se ocultan para esquivar a los cazadores, sin dejarse jamás sorprender, y que lo mismo ocurre con el cuaga de la región del Vaal. Se busca todavía fatigosamente a los últimos representantes del moa, ave gigantesca de Nueva Zelanda, con la esperanza de que los indígenas de aquellas islas digan la verdad al asegurar que estos animales recorren aún las montañas del interior. Igual esperanza anima a los que admiten que en alguna de las islas menos frecuentadas del océano índico, quedan, con seguridad, algunos dodos, ave de figura extraña, y que no ha sido vista desde fines del siglo xvii. Hace muchos años, se vio por primera vez en Europa el takín, animal entre el antílope y la cabra. Dado su tamaño, no se hubiera dicho que pudiera pasar inadvertido. Tiene algo más de un metro de altura, y está armado de astas poderosas y suficientes para matar a un hombre, las que son de forma extraña pues primero se dirigen hacia afuera y abajo y luego, bruscamente, hacia atrás. Pero hasta hace un siglo no lo conocía nadie a causa de haber vivido retirado en las montañas del Tíbet, región que siempre fue poco segura para los europeos.