Historia maravillosa del camello salvaje de Asia


Desde tiempo inmemorial, los camellos han sido domesticados y utilizados para el servicio del hombre; pero aún existen camellos salvajes en ciertas regiones de Asia central. Hay una leyenda muy curiosa. Dícese que en una época extraordinariamente remota una tempestad terrible de arena enterró un fértil y risueño país con todas sus ciudades y habitantes, sin que pudieran salvarse nada más que los camellos. Los animales de esta especie, que ahora viven salvajes y libres en aquellas regiones, suponese que son descendientes de los que escaparon de la espantosa hecatombe.

Difícil es afirmar cuál es el animal más valioso del mundo; los que poseen camellos dicen que los camellos, los dueños de renos creen en cambio, que lo son éstos.

Para los lapones y demás pueblos que viven en lugares fríos es el reno lo que el camello para los que habitan las regiones arenosas y cálidas. También él es capaz de caminar el día entero, a razón de catorce o dieciséis kilómetros por hora, llevando sobre sus lomos personas o mercancías, o de tirar de un trineo cargado; posee pezuñas grandes muy abiertas lo que le facilita caminar sobre la nieve.

El pelo de los camellos se emplea para fabricar pinceles y telas. Con el de los renos se hacen telas también; con sus pieles curtidas, cubiertas para las tiendas de campaña y los botes; con sus tendones, cuerdas; y con sus huesos, muchos instrumentos útiles. Su carne se aprovecha para alimento; y su grasa hace las veces de aceite para las necesidades del alumbrado y del cocimiento de los alimentos.

Como el camello, el reno suministra leche nutritiva y sustanciosa, y conserva su vigor natural con una cantidad moderada de alimento. En invierno se mantiene de musgos y líquenes que crecen debajo de la nieve, viéndose el pobre animal precisado con frecuencia a rebuscar en ésta con el hocico y los cuernos que son enormes y ensanchados en la punta, y a trabajar mucho, antes de hallar su alimento. Los lapones se consideran ricos, cuando poseen mil renos.