Los ácaros que viven como parásitos de los animales y de los vegetales
Los ácaros constituyen un grupo importante dentro de los artrópodos. Si bien todos ellos son pequeños y algunos microscópicos, son capaces de producir enfermedades o de transmitirlas al hombre, a los animales o a las plantas; otras especies producen daños cuantiosos en productos alimenticios como la harina, los granos y las legumbres secas.
Entre los principales ácaros se encuentra el arador de la sarna, que provoca la enfermedad tan conocida y molesta. Es muy pequeño, alrededor de un cuarto de milímetro, rojizo, provisto de cerdas y espinas. La hembra fecunda perfora la epidermis y cava una galería en la piel. A medida que avanza, va poniendo los huevos, ya que no puede retroceder por la disposición especial de sus escamas y espinas; finalmente muere en el fondo de la galería. De los huevos nacen larvas, las que salen a la superficie de la piel, se transforman en ninfas y luego en adultos; las hembras, una vez fecundadas, excavarán nuevas galerías. La sarna es una enfermedad contagiosa, muy molesta, pues la horrible comezón aumenta durante las horas de la noche, o las dedicadas al descanso, porque el calor de la cama facilita la actividad del acaro.
Pariente cercano de este acaro es el doméstico, o acaro del queso, de color blanquecino, que se suele encontrar con frecuencia en los quesos rancios o secos.
Otros ácaros muy conocidos son las garrapatas, que atacan a mamíferos y aves, a los que les chupan la sangre. Las garrapatas, además de las molestias que producen, son peligrosas porque transmiten enfermedades tales como ciertas espiroquetosis, y la fiebre purpurada de las Montañas Rocosas, semejante al tifus. La garrapata conocida con el nombre de moubata, de las regiones cálidas de África produce la denominada fiebre de garrapatas.
Entre los ácaros que causan daños a los vegetales, mencionaremos el acaro de las raíces, que determina perjuicios en las raíces de las vides y en los bulbos de otras plantas, y el acaro de los frutales, de color rojo, que ataca a manzanos, perales, etc. Entre los que provocan pérdidas importantes en los productos alimenticios, se encuentran el acaro de la harina, de tamaño microscópico y color grisáceo, el del queso, mencionado anteriormente, y el que ataca a los cereales almacenados y a las legumbres secas.
El tan conocido bicho colorado es también un acaro, de tamaño reducido y color rojizo, que vive entre los pastos y cuya larva ataca a los animales y al hombre, y causa, con su picadura, comezones muy molestas.
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