¿Por qué se cansan las personas luego de un ejercicio intenso?


El cansancio originado por un ejercicio intenso y prolongado se debe a una serie complicada de procesos que se verifican en todo el organismo, y en especial en el músculo. Sólo un descanso adecuado permite su completa desaparición.

La fatiga es notable en los músculos, en los cuales se observa que después de un ejercicio disminuyen algunos de sus componentes esenciales, como el glucógeno, que es un almidón animal que se transforma en glucosa fácilmente combustible. A estos cambios químicos los acompaña la absorción de grandes cantidades de oxígeno y glucosa tomados de la sangre, y que son utilizados en las combustiones, como el hogar de la chimenea aprovecha la leña y el oxígeno del aire. Finalmente la contracción muscular libera una serie de productos, fruto de las reacciones químicas antes señaladas, que pasan a la sangre y se acumulan en ella, cuando no son eliminados a tiempo. Algunos de esos productos, como el anhídrido carbónico, son expelidos por los pulmones, otros por la orina, y los demás son tomados por el hígado.

Otros factores importantes que intervienen durante el ejercicio, y cuya acción acelerada provoca la fatiga, son el corazón y los pulmones. Cuanto más enérgico es el ejercicio, tanto mayor cantidad de aire respiramos, para tener oxígeno en cantidad suficiente para las combustiones internas. A su vez el corazón lanza mayor cantidad de sangre, y así se nutren más y mejor los tejidos. Se comprende que si el ejercicio físico realizado es violentísimo, como una carrera a pie, una lucha romana, el levantamiento de pesas, y muchos otros, entonces la demanda de oxígeno y de alimento por los tejidos supera a la ofrecida por el corazón y los pulmones, y, ante el desgaste producido por la violencia del ejercicio realizado, el sujeto experimenta fatiga.