¿Se puede localizar huracanes con radar?
El radar ha tenido numerosas aplicaciones de gran utilidad, entre ellas cabe destacar las realizadas en la Meteorología, ciencia que se ha visto muy favorecida con dicho instrumento. En efecto, con él no sólo se ha logrado localizar tormentas; también presta gran utilidad en las determinaciones, desde tierra, de la temperatura, presión, y humedad existentes a elevadas alturas, como asimismo en las mediciones de la velocidad de los vientos de altura.
El radar de tormentas permite, desde el observatorio, explorar constantemente el horizonte alrededor de una cierta región, con el objeto de señalar la aparición de focos tormentosos, cumpliendo así un papel fundamental en los pronósticos meteorológicos. Este tipo de radar actúa de la misma forma en que lo hacen los usados para detectar la posición de aviones o barcos, sólo que aquí los objetos a localizar son las masas de gotas de agua de las nubes tormentosas. Se comprenderá lo importante que resulta, en consecuencia, el tamaño de las gotas, pues si éstas fueran demasiado pequeñas las ondas emitidas por el radar no serían rechazadas por ellas, y por tal razón no serían vistas en la pantalla del radar. Pero las nubes que producen tormentas se hallan generalmente formadas por gotas grandes, y así resulta fácil localizarlas y seguir su desarrollo. En cambio, las nubes de buen tiempo, las denominadas cúmulos, que están formadas por gotitas muy pequeñas, no pueden ser detectadas por este tipo de radar; así que, aunque ellas existan, la pantalla del radar señala cielo claro. Hay, sin embargo, radares especiales para estas clases de nubes, pero ellos no son utilizados para los fines de pronósticos, sino de investigación.
Con una simple observación de la pantalla del radar, el operador tiene rápidamente el estado del tiempo dentro de un radio de 200 kilómetros. Esto es muy importante porque las tormentas suelen desarrollarse con mucha rapidez, lo cual hace que sea difícil anticipar el pronóstico. El radar se convierte aquí en un auxiliar de inestimable valor.
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