¿Qué es lo que produce el orín, enemigo de los metales?


En la respuesta anterior hemos visto que el azufre se combina con la plata, pero no con el oro. El oxígeno del aire no ejerce acción alguna sobre ninguno de estos dos metales, razón por la cual reciben el nombre de metales nobles, o preciosos; pero, en cambio, ataca al hierro, especialmente en presencia del agua. Ésta favorece en cierto modo la combinación del oxígeno del aire con el hierro. Cuando la superficie de este metal se quema u oxida, fórmase un óxido de hierro, conocido con el nombre de orín o herrumbre. El hierro, por consiguiente, no es metal noble.

Pero si nos detenemos a pensar, veremos que, precisamente por oxidarse, es el hierro el más noble de todos los metales del mundo. Si fuese el hierro como el oro y la plata, y no pudiera oxidarse, no existiríamos en la Tierra, ni tampoco existiría ninguna planta. La oxidación del hierro es la que comunica su color pardo a los terrenos feraces, lo mismo que a las piedras preciosas, como los rubíes; y este óxido de hierro, disuelto por el agua, forma un alimento para las plantas. También, gracias a este orín, adquiere nuestra sangre el hierro que necesita y a la vez logra un espléndido color rojo, como consecuencia de su fortificación.

Así pues, la vida de la tierra, lo mismo que su color, son debidos al orín. Éste nos parece molesto, porque oxida los cuchillos y demás objetos de metal de uso diario; y nuestros antepasados no incluyeron al hierro entre los metales nobles, por tener la propiedad de oxidarse. Pero ahora sabemos que precisamente por eso, por poder ser atacado por el oxígeno del aire, es el hierro el más noble de todos los metales del mundo. Valiendose de una imagen tan original como exacta, dice Juan Ruskin que el hierro respira el aire, dándonos de esta suerte vida a todos.