¿Por qué no se construyen casas totalmente de acero?


En materia de arquitectura, diríase que nos hallamos en una época de transición de la piedra a los metales, un período semejante a aquél en que los hombres pasaron igualmente, en tiempos remotísimos, de la edad de la piedra, en que empleaban esta sustancia para la fabricación de sus armas y utensilios, a la edad de los metales, en que empezaron a construir los diversos objetos de bronce, cobre y hierro.

Cuando se trata de un puente,, usamos casi únicamente el acero, sin que juzguemos necesario echar mano de ningún otro material. El puente más admirable, aunque no ciertamente el más bello del mundo, es el de Forth, en Escocia, fabricado todo de acero, y uno de cuyos tramos mide 522 metros de longitud, sin apoyo alguno. Ahora bien, cuando se trata de construir un edificio común, un hotel, por ejemplo, el arquitecto se encuentra en un apuro. Erige su estructura de acero; tiene luego que revestir esta especie de esqueleto de su obra con mampostería. Sin embargo, aunque arranquemos toda la parte de fábrica, la obra continuará en pie. Algunas veces también, y esto es aun más curioso, desea el arquitecto que la parte baja de su edificio la ocupe una serie de tiendas, con anchas vitrinas a lo largo de la calle, y deja, entre unas y otras, un espacio tan pequeño que nos asalta el temor de que todo se derrumbe. No existe, sin embargo, este peligro, pues, aunque vemos, tan escasa cantidad de piedra que parece que el edificio descansara sobre las vidrieras, por el interior de aquél pasan resistentes columnas de acero que lo sostienen.