¿Cuáles son los seres vivientes mayores más antiguos?


La mayoría de las personas a quienes se hiciera esta pregunta responderían sin vacilar que los seres vivientes mayores y más antiguos que existen son las ballenas, de las cuales se dice que llegan a vivir hasta quinientos años. Otros contestarían que son las tortugas gigantes, a las que se asigna una vida de trescientos años. Nada más alejado de la verdad que estas respuestas, aparentemente verídicas. Los mayores y más antiguos seres vivientes que existen son árboles, las gigantescas secoyas de California, cuya área de dispersión cubre, en pequeñas zonas, la costa Sudoeste de Estados Unidos de América.

El nombre con que se distingue a estos gigantescos seres proviene del de Sequoyah, el jefe indio que inventó el alfabeto cherokee. De las varias especies de secoyas conocidas, entre las que se encuentran algunas fósiles, como las del bosque petrificado de Arizona, subsisten sólo dos: la de los bosques rojos de la costa del Pacífico y la de los grandes árboles de California. Los primeros se encuentran entre Oregón y Monterrey, y tienen una altura que varía entre los 60 y los 90 metros. Como sus gráciles ramajes nacen a muchos metros del suelo, los macizos troncos se levantan como lisas columnas, enormes, rematadas por las copas como coronas.

Las secoyas gigantes de California son muy parecidas a los árboles de los bosques rojos, pero éstos son mucho más claros, más livianos y menos bastos. Los árboles jóvenes son graciosos, de erguidos tallos y oscuro follaje, de tono verde azulado. Cuando las centurias pasan, los troncos pierden sus ramas bajas y crecen hasta alcanzar enormes proporciones: algunos de estos antiquísimos y gigantescos ejemplares de árboles sobrepasan fácilmente los cien metros.

Muchos de estos árboles se hallaban ya en pie cuando nació Jesucristo. Estudios realizados en anillos de troncos de secoyas abatidas demuestran que algunas han vivido más de tres mil años. El célebre naturalista escocés John Muir, que escribió acerca de ellas, contó los de una que había sobrepasado los cuatro mil.

Los mayores árboles han sido individualizados con nombres propios. El llamado Wawona tiene un túnel en su base por el que pasa una carretera para automóviles; el Keystone sobrepasa los 110 metros de altura; el General Sherman es tan grueso que se necesitan más de veinte hombres tomados de las manos para rodearlo. Otro de los grandes, llamado Empire State, como el rascacielos neoyorquino, tiene más de treinta y dos metros de circunferencia; el General Grant, no menos gigantesco, se halla en el parque nacional de su mismo nombre.