¿De dónde procede el calor que tiene nuestro cuerpo?


Como a veces hablamos de ropas calientes, podría entenderse que el calor del cuerpo humano procede de los vestidos; pero pronto advertiremos que éstos podrán, a lo sumo, conservar el calor que nuestro organismo recibe de otra fuente; nunca producirlo. Es indudable que algunas veces el cuerpo recibe calor de ciertos agentes exteriores, tales como el Sol, el fuego o los baños calientes; pero, ¡hay de nosotros si no pudiésemos obtener de otros sitios el calor que para conservar nuestra vida nos es indispensable! Nuestro cuerpo elabora en su interior el calor que necesita, sacándolo de los alimentos que ingiere. Casi todas las sustancias que nos sirven de alimento pueden arder, si están secas; y, si bien es cierto que en el interior del cuerpo humano no lo están, pueden, sin embargo, arder en él. Los alimentos que desprenden calor al quemarse dentro del cuerpo son: las grasas y aceites, los azúcares y las proteínas (carnes, etc.). de combustión incompleta. El organismo tiene siempre depósitos de grasas y azúcares, que puede movilizar y quemar con toda facilidad, pero en cambio respeta sus proteínas, de las que no tiene depósitos, quemándolas con mucho cuidado. De todos los alimentos, los únicos cuya combustión es total son las grasas y aceites, que se reducen finalmente a anhídrido carbónico y agua.

Sabido es que toda combustión requiere oxígeno, y, por tanto, la mitad del calor que se engendra en nuestro organismo se la debemos al aire atmosférico que respiramos.