¿Centellean realmente las estrellas?


La respuesta es, desde luego, negativa. Cualquier fuente de luz puede en realidad centellear, pues cuando la producción de ésta se aumenta o se disminuye, su intensidad variará en la misma proporción. Pero las estrellas son soles y no centellean realmente. Algo, no obstante, debe acontecer a su luz antes que llegue a nuestros ojos, para producirnos el efecto de un verdadero centelleo. Las estrellas emiten, constantemente y en todas direcciones, rayos de luz de intensidad uniforme, y no hay razón que nos induzca a creer que les ocurra algo a estos rayos antes de penetrar en nuestra atmósfera.

Pero al penetrar en ella suceden varias cosas. Es posible que se retrasen algunos con relación a los otros, y que se presente entonces el notable fenómeno conocido con el nombre de interferencias, que se observa en las ondas sonoras y en las de la superficie del agua. Cuando arrojamos dos piedras una detrás de otra, en un estanque, se forman dos sistemas de ondas, las cuales se anulan unas veces y se refuerzan otras. Una cosa semejante sucede con las ondas luminosas: unas a otras se refuerzan o contrarrestan y es posible que ésta sea la causa del centelleo de las estrellas.