¿Es posible que las personas puedan aprender a pensar?


Los distintos individuos de la especie humana difieren mucho entre sí en lo relativo a su inclinación a la ocupación de pensar.

Hay personas dotadas de muy escasa inteligencia; pero también las hay de poderosa actividad intelectual, que no pueden dejar de estar pensando continuamente, sea en cosas trascendentales o bien en cosas insignificantes. Algunas de ellas no pueden dejar de pensar ni cuando desean dormir;, cierto filósofo experimentaba grandísimas dificultades siempre que quería detener por algún tiempo el funcionamiento de su facultad de razonar, y se veía precisado a recurrir a todo género de artificios para conseguirlo.

La mayor parte de las personas experimentan la dificultad contraria, porque en la escuela no hacen más que atiborrar la memoria, sin aprender a pensar. Es posible, no obstante, adquirir la buena costumbre de ejercitar nuestro entendimiento, del mismo modo que se pueden adquirir malos hábitos. Deberíamos acostumbrarnos a inquirir el motivo de los hechos que observamos, así como a leer libros verdaderamente instructivos, o sea, los que nos obligan a pensar muchas veces a pesar nuestro. Llegará un día en que nos haremos cargo de que la verdadera educación de la mente consiste en aprender a pensar con utilidad.