¿Por qué se nos pone el cabello de punta cuando tenemos miedo?


Sabemos que lo mismo a los hombres que a los animales se les ponen los pelos de punta cuando tienen miedo, casi “como las púas de un puerco espín amedrentado”, según la expresión de Shakespeare. También es cierto, como dice este mismo poeta, que “cada pelo de por sí puede ponerse de punta”, y lo que ocurre no es que varios pelos se pongan de punta como resultado de una acción especial de la piel, sino que cada uno de ellos, independientemente de los otros, se pone derecho. Cada cabello tiene en su raíz un diminuto músculo, dispuesto en forma tal que, mientras el cabello en el estado ordinario permanece caído, cuando este músculo lo solicita, se yergue.

Las razones más convincentes que podemos aducir para explicar este fenómeno son: que el músculo correspondiente ha sido oportunamente excitado, y que tal excitación ha sido dispuesta por la Naturaleza que provee así a los fines y a la defensa del individuo según su especie, dado que el cabello, al ponerse de punta, comunica a ciertos animales, como el gato, un aspecto mayor y más terrible, que impone al enemigo que lo ataca.