¿Por qué flotan en el mar los gigantescos icebergs?


Si juzgáramos por lo que vemos en casi todos los casos conocidos diríamos que los icebergs tendrían que hundirse irremisiblemente. Lo regular es que cuando un cuerpo se enfría aumenta su densidad, es decir, se hace más pesado en relación a su tamaño. Dicho en otras palabras, se contrae. Si esta regla se cumpliera también en el agua, el hielo se hundiría en ella y la topografía terrestre no sería lo que es.

Cierto es que el agua se contrae, cuando su temperatura desciende hasta 4 grados centígrados sobre el punto de congelación; pero, a partir de ese punto comienza a dilatarse, en lugar de seguir contrayéndose; de manera que el hielo es algo más ligero que el agua que lo rodea. La diferencia no es muy grande, pero si lo suficiente para permitir que un iceberg flote, manteniendo una octava parte de su volumen fuera del agua y las siete octavas partes restantes dentro de ella.

En el océano Antártico hállanse con frecuencia algunos icebergs que miden varios kilómetros cuadrados de extensión, elevándose de sesenta a noventa metros sobre la superficie del mar. Pero las leyes relativas a la flotación de los cuerpos tienen que cumplirse siempre; y si recordamos que dentro del agua ha de haber una cantidad de hielo siete veces mayor que la que hay fuera, podremos formarnos idea de las enormes dimensiones que estas heladas masas alcanzan muchas veces. La parte sumergida en el mar. hállase, por supuesto, rodeada de agua cuya temperatura es superior a la del hielo, lo que da origen a que el calor vaya pasando del agua al hielo, el cual se va fundiendo de este modo lentamente. El resultado es que, al cabo de algún tiempo, debido a la destrucción de los cimientos, por decirlo así, el iceberg da una vuelta sobre sí y sale fuera del agua otra parte de la masa del mismo.

Se ha demostrado que cuando la temperatura del hielo desciende demasiado, llega un punto en que se conduce como los demás cuerpos y se contrae cuando aquélla desciende más todavía. Afortunadamente, estas temperaturas no las experimentamos jamás en nuestros países.