¿Por qué hace el sol que un cristal de aumento queme un papel?


Esta pregunta estaría mucho mejor formulada invirtiendo sus términos, y diciendo: ¿Por qué hace un cristal de aumento que el Sol queme el papel? De un modo semejante decimos que el Sol hace que la sustancia verde de las hojas descomponga el anhídrido carbónico del aire, cuando debiéramos decir que es el mismo Sol el que lo hace por mediación de las hojas. En el caso presente, es el poder concentrador de la lente el que actúa como instrumento. Sabemos que, cuando pasa la luz a través de una lente convexa, es desviada hacia la parte más espesa de ésta, que es la del centro, y que los rayos al salir convergen hacia un punto que se denomina foco. Esto se ve perfectamente cuando se efectúa el experimento de hacer arder el papel. Observamos entonces que la luz se concentra en el foco; pero no es precisamente la luz la que quema el papel. Si en vez de utilizar un cristal nos valemos de un globo hueco, lleno de agua muy fría, y renovamos ésta de continuo a fin de que su temperatura no aumente, la luz incidirá sobre el papel de igual manera, mas no lo quemará nunca. Y es porque lo que quema el papel son los rayos de calor que el Sol emite. Este mismo experimento nos demuestra que las lentes poseen la propiedad de desviar los rayos de calor de igual manera que desvían los rayos de luz. Ambas clases de rayos obedecen a una misma ley, lo cual es muy natural, ya que son variedades de una misma cosa, aunque nosotros sintamos los unos y veamos los otros.

Son, pues, los rayos caloríficos del Sol los que queman el papel.