Si el centro de la Tierra es un globo de fuego como suponemos ¿por qué no la quema?


Cuando decimos quemar o consumir, queremos significar que los cuerpos se combinan con el oxigeno. Así, si en un lugar no hay oxígeno, la combustión no es posible. Los objetos podrán ponerse al rojo, adquirir una temperatura intensísima, pero nunca arderán. Esto ya es una contestación para la presente pregunta, pero aun podemos dar otra. Casi toda la corteza sólida de nuestro planeta está ya completamente quemada, así como las aguas de los distintos océanos, y, por tanto, por mucho que elevemos su temperatura, y por mucho oxígeno que haya, jamás lograremos quemar el agua, ni la arena, ni el pedernal, ni la arcilla, ni los cantos rodados, por la sencilla razón antes expresada. Después que sus elementos constitutivos se han unido a todo el oxígeno con que pueden combinarse, su combustión ha sido perfecta, y no es posible hacerlos arder de nuevo. Así pues, todo el exterior de nuestro globo, con muy escasas y aisladas excepciones, ha sido quemado ya, y lo que llamamos tierra y mares son precisamente el resultado de esta combustión. Esta corteza quemada envuelve ahora el fuego que algunos científicos suponen que existe en el centro de la Tierra.