EL VIOLÍN ROTO - Pedro Juan de Beranger
Pedro Juan de Beranger (1780-1857), es famoso principalmente por sus canciones, popularísimas en Francia. El artista bohemio de esta poesía alegórica de Beranguer, lejos de abatirse ante la adversidad, se resuelve a luchar animosamente, hasta el fin, contra sus perseguidores.
Aunque estoy desesperado,
Ven acá, mi pobre perro;
Hoy comeremos pasteles,
Mañana..., ¡sólo pan negro!
A traición nos han vencido
Los cobardes extranjeros,
Que ayer, cuando me encontraron
Junto a la plaza del pueblo,
Me dijeron orgullosos:
“¡Toca para que bailemos!”
Y como yo me negara,
Mi pobre violín rompieron.
¡Mi violín! Era la orquesta
Y el regocijo del pueblo,
Que ahora, acongojado y mudo,
Acaso echará de menos
Al que lo alegró en sus bailes
Y supo arrullar su sueño.
Fue mi violín dulce nido
Que tuvo cánticos tiernos
Para las risueñas bodas
De los humildes labriegos,
Que por siempre se enlazaban
En la santidad del templo.
Mi violín tuvo en sus cuerdas
El entusiasmo soberbio
Hacia la patria bendita,
Hacia el adorado suelo
Donde ahora somos esclavos
Y pronto libres seremos.
¿Quién, cuando llegue el otoño,
Animará con sus ecos,
En los rústicos lugares,
Bajo los olmos espesos,
La fiesta de la vendimia
Que es del labrador el premio?....
Mi violín cumplió en la tierra
La noble misión del bueno,
Amenizando el trabajo,
Prestando al débil aliento,
Humanizando al adusto,
Brindando, al triste, consuelo,
Endulzando los rencores
Y poetizando recuerdos.
El valor que me faltaba,
Ya late firme en mi pecho;
Quiso el bárbaro enemigo
Romperme el violín, y tengo
Libres los brazos robustos
Para luchar y hacer fuego.
Venga el fusil: ¡a la guerra!
Y si en la lucha perezco,
Yo sabré morir matando,
Sucumbiré combatiendo
Y haré danzar a balazos
A los ruines extranjeros,
Que no me dirán altivos:
“¡Toca, para que bailemos!”
Aunque estoy desesperado,
Ven acá, mi pobre perro;
Hoy comeremos pasteles,
Mañana... ¡sólo pan negro!
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