Camilo obtuvo grandes victorias y mandó a unos niños que azotaron a un traidor
Camilo, en efecto, discurrió abrir un paso subterráneo, sin que lo supiera la población de Veyes, haciéndolo pasar por debajo de los muros de la ciudad, de modo que su ejército pudiera precipitarse en el templo de Juno. Luego ordenó a sus tropas un ataque general a los muros de Veyes, a fin de que todo el pueblo acudiese a defenderlos, como en efecto sucedió. Entonces Camilo, cuando todos los defensores de la ciudad se hallaban combatiendo en los muros, se introdujo con algunas tropas en la mina, penetró en la ciudad, abrió sus puertas y la conquistó por completo.
Dícese de Camilo que, en una de sus guerras, cuando se hallaba sitiando a Falisco, puso en muy buen lugar la honra de Roma mediante una generosa acción. Había en la ciudad sitiada un maestro que, deseoso de conquistarse el afecto de los romanos, sacó con Ídolo de la escuela a sus discípulos y los condujo al campamento romano para que los sitiados se sometiesen a las imposiciones del sitiador a trueque de que éste permitiese regresar a los pobres muchachos. Súpolo Camilo, y mandando atar de manos al traidor, ordenó a los niños que lo azotasen hasta llegar a la ciudad. Posteriormente, cuando los galos saquearon a Roma, Camilo, que estaba desterrado, volvió a la ciudad y los derrotó completamente. Dicen otros que la última acción de su vida pública fue persuadir a los jefes de los patricios y de los plebeyos a que acabaran de entenderse e hicieran las paces. Como quiera que' sea, se honró en su memoria la de un hombre que consagró toda su vida al servicio de su país.
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