La gran obra de Lord Kelvin para la telegrafía sin hilos


Muchas personas habrán creído que el estudio de estos problemas científicos, no podría dar resultado práctico de ninguna clase; y ello no obstante, Kelvin, con su gran talento, vio al punto el lado útil de sus descubrimientos, resultado de experimentos delicadísimos y cálculos profundos. En efecto, gracias a ellos han recibido el uso que nosotros les damos esos maravillosos cables que cruzan el mar en todas las direcciones. Bien es verdad que hoy no nos asombra que se envíen mensajes a través de los mares por esos cables, pero nadie los habría producido si el vigoroso talento de Kelvin no hubiera mostrado su utilidad para el objeto al cual se los destina. Pero esto sólo es una parte de lo que hizo este eminente físico por la telegrafía. Algunas de las partes más interesantes y hermosas de su obra se refieren a la recepción y registro de los mensajes enviados sin hilos. Basta saber que a medida que pasaron los años y se desarrolló más esta asombrosa rama de la electricidad, se pudo seguir con más detención la huella de su actividad, y comprender más a fondo el extraordinario valor de sus trabajos. Lord Kelvin falleció el 17 de diciembre de 1907.

Hasta aquí sólo hemos hablado del telégrafo; para muchos de nosotros el teléfono es un instrumento todavía más maravilloso y útil. Con su ayuda podemos hablar con amigos que se hallan a muchos kilómetros distanciados de nosotros y oírlos con toda claridad, como si únicamente nos separara de ellos un delgado tabique.