Tycho Brahe, el rico danés, en su ciudad de los cielos


Otro gran astrónomo fue el famoso danés Tycho Brahe, que nació en Knudstorp, población de Suecia que en 1546, fecha de su nacimiento, pertenecía a Dinamarca, y murió en Praga en 1601. Algunos niños, tienen que luchar contra la pobreza, para poder estudiar; Brahe, en cambio, tuvo que luchar contra la riqueza. Sus padres, personajes muy considerados en la ciudad, llenos de preocupaciones, no podían ver con buenos ojos que su hijo se entregase al estudio por amor al mismo. Como deseaban que se dedicase a la abogacía, lo enviaron de universidad en universidad a fin de que aprendiera leyes y se recibiera de abogado.

Pero él había puesto toda su afición en la contemplación de los cielos. No poseía más instrumentos científicos que dos compases, y con éstos se impuso la tarea, cuando no contaba más que catorce años, de averiguar la distancia de las estrellas. A pesar de los obstáculos que encontró a su paso, llegó a hacerse célebre por sus conocimientos astronómicos, tanto que a los 30 años sus trabajos fueron conocidos por el rey de Dinamarca, quien le concedió una pensión y le construyó un hermoso observatorio, el mejor que hasta aquella fecha había visto el mundo. Estaba situado en una isla cercana a Copenhague, y se llamaba la Ciudad de los Cielos.

Allí trabajó Brahe durante veinte años, enteramente dedicado a la astronomía. Hacía tres que había muerto Copérnico cuando nació Brahe, de modo que el astrónomo danés pudo estudiar las obras del gran maestro. Estaba convencido de que Copérnico se había equivocado en algunos puntos. Parecíale imposible que la Tierra pudiese ser el diminuto globo que se suponía en la teoría corpernicana; por grande que fuese el talento de Brahe, no fue lo bastante para descubrir la verdad totalmente. Admitió la teoría de Tolomeo, al afirmar que el Sol da vueltas alrededor de la Tierra; pero los demás planetas, dijo, giran en torno del Sol, de manera que ellos y el Sol dan vueltas en torno de la Tierra, la cual permanece fija.