El hijo del tahonero que ahorró muchos sufrimientos a la especie humana


La cirugía avanzaba cada día más. Hasta el punto a que ha llegado nuestra historia, sin embargo, todas las operaciones quirúrgicas debían realizarse con plena conciencia del paciente, por dolorosas que fueran.

Aquellos de nosotros que no hayan conocido peor sufrimiento que el de una muela arrancada sin anestesia, apenas pueden imaginar las torturas que nuestros abuelos soportaban en operaciones más largas y más serias. El resultado era, claro está, la pérdida de muchas, muchísimas vidas, simplemente porque los hombres y mujeres eran incapaces de resistir el padecimiento que las intervenciones quirúrgicas les causaban.

Sir Jaime Young Simpson no nació "sir Jaime", porque era hijo de padres muy pobres. Su padre era un tahonero escocés, cuyos negocios andaban de mal en peor al nacer Jaime, en junio de 1811. Sin embargo, mejoró su fortuna, y entonces determinó dar una buena educación a su hijo, que mostraba felices disposiciones de inteligencia y amor al estudio.