La fábula que nos cuenta la música de la torre de la iglesia


Otra de las antiguas costumbres es el Hejnal, o sea un aria ejecutada por un trompetero desde la parte más elevada de la torre de la iglesia de Nuestra Señora, en Cracovia. Desde las seis de la mañana hasta las doce de la noche, este trompetero esparce al viento, en todas direcciones, su corta aria, que muere en una prolongada y suave nota.

Representa la fábula de cómo los tártaros vinieron un día a conquistar la ciudad; cómo el vigilante centinela de la torre de Nuestra Señora los descubrió desde su observatorio y dio la señal que avisaba el peligro, y cómo una flecha le atravesó la garganta, cortando así la nota no terminada de su toque de corneta. Nunca, desde entonces, respetando la tradición, ha sido ejecutada la nota final del Hejnal por el trompetero de Cracovia.

El último gobernante Piast que reinó en Polonia fue Casimiro, llamado el Grande. Se dice que él halló una Polonia de madera y la dejó de ladrillo. Fundó la primera universidad polaca, en Cracovia, el año 1346, y muchos de los bellos edificios de dicha ciudad fueron levantados durante su reinado. Asimismo, él permitió a los judíos establecerse en el país, y desde entonces, durante todas las persecuciones, los judíos de Europa occidental se congregaron allí, procedentes de Inglaterra, Francia, España, Italia, Alemania y Bohemia.