Tomás Masaryk, el organizador de la república checoslovaca
Los ideales de libertad que por tanto tiempo acariciaran los checos se vieron materializados en la persona de Tomás Masaryk. La historia de su carrera ascendente, desde el humilde empleo de aprendiz de herrero hasta llegar a ser profesor en la Universidad checa de Praga y libertad o de sus compatriotas, fundador de un Estado exponente de algunos de los más avanzados principios democráticos de su época, y reconocido como uno de los más grandes estadistas del mundo moderno, parece más bien un cuento de hadas y no la narración de hechos reales. En la historia de está vida están incluidos todos los elementos de un cuento: los obstáculos puestos en su camino, el coraje inquebrantable, su idealismo de héroe, y su resolución de vencer leí poder y la fuerza de los dragones que montaban guardia en las puertas que era necesario abrir para asegurar a su pueblo la felicidad, la paz y la prosperidad a que tenía naturalmente derecho.
Masaryk fue elegido por tres veces presidente de Checoslovaquia, y tuvo así la oportunidad de conducir a la nueva república durante un largo período. Su, concepto del deber del Estado incluía mucho más que lo acostumbrado por los gobiernos. Insistía en que la verdadera democracia obliga al Estado a proteger al pueblo, tanto económica como políticamente, en vez de exponerlo abandonado a las contingencias de los quebrantos comerciales; o industriales. Debía existir una garantía completa de libertad, y Masaryk estaba dispuesto a emprender grandes experimentos en la industria Colectiva para proporcionarla a su pueblo.
Este gran checoslovaco, cuyo nombre es respetado por todos los hombres libres} murió en septiembre de 1937, a la avanzada edad de 87 años.
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