Austria recupera su independencia
Cuando en el año 1939 estalló, por fin, la segunda Guerra Mundial, los austriacos, que habían perdido su ciudadanía para convertirse en alemanes, se vieron arrastrados a ella como todos los demás pueblos anexados al Reich. Con la derrota de los nazis los austriacos recuperaron su independencia y nuevamente constituyeron un Estado, que hasta 1955 estuvo fiscalizado por tropas inglesas, norteamericanas, francesas y rusas. Posteriormente se realizaron elecciones cuyo resultado fue favorable a los partidos democráticos, y volvió a normalizarse la vida institucional. Los acontecimientos que tuvieron por teatro a Europa en lo que va de nuestro siglo han restado importancia como potencia a Austria. De inmenso imperio se convirtió en una pequeña república, sin sus antiguas fuentes de riquezas; además, su economía se resintió (por la pérdida de los puertos que tuvo sobre el Adriático, y así, convertida en país mediterráneo, perdió muchas de sus posibilidades comerciales. Sin embargo, dentro del trabajo pacífico tiene enormes horizontes, pues sus industrias han demostrado gran capacidad técnica, y sus hombres de ciencia son considerados en todo el mundo por su eficiencia.
Pagina anterior: Viena cambia su fisonomía de antigua y potente ciudad imperial
Pagina siguiente: Hungría, el país milenario de los bravos magiares