El moderno y novísimo reino de Libia, donde brilla el nombre de Roma
El nombre de Libia resuena desde hace milenios en la historia de la humanidad. Fue pronunciado con ambiciosos ecos por ilustres guerreros egipcios, aventureros helénicos y cónsules de Roma. Cirene, Leptis Magna, hoy Lebda, son nombres que fueron escritos junto a aquellos de los grandes hombres de todos los tiempos. Empero, en nuestros días, sólo un lustro después de haber concluido la segunda Guerra Mundial, se organizó Libia como Estado soberano. En las últimas centurias su existencia fue muy azarosa: en el siglo xvi los turcos establecieron su dominación sobre toda la región de Trípoli, y aunque en el siguiente hubo reacciones de los árabes en pro de su independencia, dicha situación continuó hasta 1911, año en el que la ocuparon los italianos junto con Cirenaica. La derrota de los ejércitos germano-italianos del Zorro del desierto, el mariscal Rommel, en 1943, abrió el territorio a la ocupación franco-británica; el 1" de enero de 1952 el emir de Cirenaica, Mohamed-Iris Senussi, fue proclamado y reconocido como soberano del nuevo Reino Unido de Libia. Sucesivos tratados de límites dieron en los años inmediatos la actual configuración al dominio territorial libio, que se extiende desde la costa norte de África, entre Túnez y Egipto, hasta las fronteras de las repúblicas del Níger y del Chad. Más de un millón de almas pueblan el nuevo reino, cuya capital es Trípoli. Tres regiones con características muy particulares cada una de ellas se distinguen en Libia: Tripolitania, Cirenaica y Fezzan. Tripolitania es la más poblada de todas ellas; más de 45.000 italianos y un número menor de griegos, malteses y franceses viven junto a una mayoría de árabes y beréberes, y a un no menos numeroso grupo de razas negroides intensamente mezcladas. En Cirenaica, además de la capital territorial, Bengasi, concentran grandes grupos de población Barce, Beida, Dorna y Tobruk, famosa por las encarnizadas batallas de tanques que se libraron en sus proximidades durante la campaña del desierto, en la segunda Guerra Mundial. El Fezzan es la región menos poblada, pues linda ya con el desierto; su capital, Sebha, tiene sólo unos siete mil habitantes.
La religión protegida por el Estado es la islámica, pero existe libertad de culto para los habitantes del reino que no la profesen. La educación pública fue una constante preocupación de la administración italiana, de tal modo que más de 250 escuelas elementales, casi una decena de secundarias y varias profesionales y técnicas se hallan ubicadas en los ex territorios de Tripolitania y Cirenaica, que cuentan asimismo con una notable red de carreteras modernas, construidas también antes de la segunda Guerra Mundial; como dato curioso señalemos que algunas de ellas siguen el trazado de antiguas vías que datan de los días de la dominación romana imperial, cuyo pavimento aún resiste el embate del tiempo, dos mil años después de ser allí emplazado.
Los recursos económicos de Libia son especialmente aquellos producidos por la explotación del suelo; la región costera mediterránea y la de los oasis produce dátiles, olivas y citros; el distrito estepario produce cereales y pastos; esta zona fue notablemente mejorada en su producción mediante recursos artificiales, abonos y obras de regadío, así como por la aplicación de métodos científicos durante la dominación italiana. La región de las dunas se fue mejorando gradualmente con plantíos de acacias, álamos y pinos.
Pagina anterior: La república liberiana: constituida sobre un modelo americano
Pagina siguiente: Túnez y Marruecos, un rincón colorido de la costa norafricana