Una excursión por la tierra más septentrional de Europa
Pero si nosotros quisiéramos hacer una excursión, escogeríamos el apogeo del hermoso verano ártico, y nos encaminaríamos al cabo Norte, en la isla de Mageroe, la tierra más septentrional de Noruega y de Europa. Suponiendo que hayamos cruzado el estrecho y subido a la roquiza meseta, a unos 600 metros de altura, podremos contemplar a medianoche, sin que se presente ningún obstáculo ante nosotros, el mar Ártico, azul oscuro, y la frígida región del polo Norte, oculta tan sólo por un muro de hielo, que lo esconde como un palacio encantado.
Detrás de nosotros dejaríamos yacer a Europa en profundo sueño: las penínsulas del Norte, las tierras bajas, Alemania, Francia, Austria y las tres penínsulas del Sur con su Mediterráneo de costas áureas.
Desde el cabo Norte volvamos en bote a Hammerfest, la ciudad más septentrional del mundo. El extraño olor que allí percibimos procede del aceite de hígado de bacalao, que se elabora en grande escala; para suministrar materia a esta industria, numerosos barcos pesqueros están ocupados, a lo largo de la costa, muchos meses del año. En Hammerfest no se pone el sol desde el 13 de mayo al 29 de julio, y no sale desde el 18 de noviembre al 23 de enero.
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