Oliveira Salazar y la implantación del estado novo


El general Carmona llamó a su gabinete al doctor Antonio de Oliveira Salazar, profesor de Economía Política en la universidad de Coimbra, hombre que habría de convertirse en el virtual jefe del Estado portugués después de la reforma constitucional del año 1933.

Oliveira Salazar ingresó al ministerio del general Carmona como titular de la cartera de Finanzas, pero en 1932 fue nombrado presidente del Consejo de Ministros, y al sancionarse al año siguiente la nueva constitución de Portugal, que crea un régimen autoritario bajo estructura democrática, el Estado Novo, el poder pasó sensiblemente al Primer Ministro, cargo que el doctor Oliveira Salazar ocupó. La carta fundamental portuguesa establece que el presidente deberá ser elegido por voto directo del pueblo, que permanecerá en sus funciones durante siete años, y que podrá ser reelegido indefinidamente.

Crea también una Asamblea Nacional, cuyos 120 miembros serán designados por votación popular. Una Cámara Corporativa, cuyo carácter es técnico-consultivo, está integrada por representantes de los gremios.

El nuevo régimen restringió algunas libertades, tales como las actividades políticas y la prensa, pero en cambio logró mejorar las condiciones de vida, aunque en general el nivel en ese orden es en Portugal más bajo que en otras naciones europeas.

Durante la segunda Guerra Mundial, Portugal cedió a Gran Bretaña y a Estados Unidos bases aeronavales en las Azores, ello no significó ruptura con los países del Eje: mantuvo relaciones con Alemania hasta la cesación de la soberanía de aquel Estado, por ocupación aliada. Los japoneses ocuparon posesiones portuguesas en el Lejano Oriente, como Timor y Macao.

El general Carmona falleció en 1951, y el general Craveiro López lo sucedió. En 1958 fue elegido presidente el contraalmirante Américo Rodrigues Tomás. Oliveira Salazar continuó como Primer Ministro.