La república islámica de Pakistán
Cuando la India obtuvo su independencia, se separaron del conglomerado de su pueblo varias naciones, entre ellas Pakistán. El territorio de este último país quedó separado en dos grandes sectores, uno al occidente de la India, Pakistán, y el otro al oriente, Pakistán Oriental; en realidad forman un solo Estado, profundamente unido por el vínculo religioso, esto es, el credo islámico. En total, casi la totalidad de los aquistanos viven distribuidos en las dos zonas que, sumadas sus superficies, cubren casi 945.000 km2. La más pequeña es la oriental, con 141.000 km2.
Montañas, valles y desiertos alternan en la variada topografía de Pakistán; las cadenas de los montes Himalaya, de Kirthar, de Suleiman y de Sefid, respectivamente, configuran las mayores elevaciones en el Pakistán: el pico más alto es el Tirich Mir, que alcanza a 7.700 metros.
El desierto de Thar, que se extiende al este del Pakistán, es suelo árido, inhóspito e improductivo; sin embargo, la Naturaleza ha compensado a los paquistanos por haberles hecho tan ingrato don, y les ha dado en cambio el fértil valle del Indo.
En el Pakistán Oriental no hay cumbres; en cambio, su territorio se ensancha paulatinamente en las llanuras del Ganges y del Brahmaputra.
El Indo atraviesa el Pakistán occidental antes de desembocar en el mar de Omán dividido en los varios brazos de su amplio delta. El Indo y sus afluentes fueron llamados en tiempos remotos los cinco ríos, y de allí se denominó también al país Penjab o Penyab, que significa país de los cinco ríos.
Las dos principales corrientes fluviales del Pakistán Oriental nacen en las nevadas alturas de los Himalayas: el Ganges, río sagrado de los indostánicos, corre 2.500 kilómetros antes de arrojar sus aguas en el golfo de Bengala. El Brahmaputra, cuyo nombre significa “hijo de Brahma”, es un poco más extenso: tiene 2.700 kilómetros y desemboca en el mismo punto que el Ganges. El caudal de ambos es aumentado por el aporte considerable de numerosos afluentes que se escalonan a lo largo de su carrera hasta su desembocadura en el citado golfo.
Pagina anterior: Buda, la luz de oriente: una de las religiones con más adeptos
Pagina siguiente: El curioso origen del nombre del estado de Pakistán