La gran importancia del cloruro de sodio para nuestro cuerpo


Queda aún por estudiar la parte fluida de la sangre, parte que es necesaria para nuestra vida. Ya sabemos algo de ella: por ejemplo, que contiene varias sales en disolución y que todas ellas son necesarias; y si hubiésemos de diferenciar la importancia de unas y otras, las primeras serían el cloruro y el bicarbonato de sodio, de que ya hemos hablado. Nos ocuparemos ahora en particular de la primera de éstas, o sea del cloruro de sodio.

La sal común o cloruro de sodio, que nos es tan conocida, es la que más abunda en la sangre, a la que da el gusto salado que también encontramos en las lágrimas, las cuales toman la sal de la sangre.

La ciencia ha aclarado muchísimo el papel de la sal común en la sangre; es una sustancia indispensable para la vida y sus alteraciones conducen fácilmente a trastornos graves y a la muerte misma. Su cantidad se mantiene constante, asegurando así la fijeza de las propiedades físicas de la sangre. Como se ha dicho, interviene en el transporte del anhídrido carbónico a los pulmones. Defiende al organismo contra el ataque de los ácidos. Es también de grande importancia en la digestión de los alimentos, pues, al pasar a través de las paredes del estómago, ciertas diminutas células admirables que forran el estómago, obran sobre esta sal o cloruro de sodio y de él forman un ácido, llamado ácido hidroclórico, depositándolo en el estómago siempre que ingerimos un alimento. Este ácido es de gran importancia en la digestión.