Merced a los microbios benéficos renace la vida con los restos de lo pasado


¿Sabéis lo que quiere decir economía? Significa, literalmente “la ley de la casa”, mediante la cual todo se ordena aprovecha y utiliza del mejor modo posible sin que nada se desperdicie. La labor de los microbios es el ejemplo más perfecto que puede darse de economía por parte de la Naturaleza. Existen muchas clases de vida que son, al parecer, inútiles, como, por ejemplo, la de muchos seres humildes que habitan en la tierra o en el mar¡ y bajo nuestras plantas. Pero si bien esas vidas no parecen tener objeto alguno, el trabajo que efectúan no se ¡pierde. No hay en el mundo forma í alguna de vida que resulte desperdiciada, y siempre hay algún microbio dispuesto a aprovechar los materiales que ofrecen los cuerpos muertos para preparar sustancias necesarias a otras formas de vida.

Un viejo aforismo que tiene mucho de verdad dice: en el mundo nada se crea ni nada se pierde, todo se transforma.; Comprenderemos bien la importancia de los microbios al saber que ellos son una parte necesaria e imprescindible de esa transformación.

Se debe ser imparcial al tratar de los microbios. Mucha gente se muestra injusta, porque desconoce los trabajos útiles y hasta indispensables, que aquellos llevan a cabo, fijándose únicamente en el daño que pueden hacer. Pero si esto es injusto, también lo sería no ocuparse más que de el bien que hacen, prescindiendo del otro aspecto que, por desgracia, ofrece la cuestión.

Todos, o casi todos los microbios útiles de que hemos hablado, se nutren de cuerpos muertos; pero, según dijimos, los hay que sacan su sustento del cuerpo de los seres vivos. Es probable que al principio todos los microbios se alimentaran de materia muerta, y que luego algunos de ellos descubrieran el modo de atacar a las plantas y a los animales muy viejos o moribundos, formándose así razas de microbios que invaden los cuerpos vivos de los seres superiores y son para la humanidad un tremendo azote.

Las plantas y los animales están, al igual que el hombre, expuestos a los ataques de esta plaga; se ha observado el hecho de que los seres que viven en su medio natural sufren menos las consecuencias de los microbios.