La corriente de agua que sin cesar sale del cuerpo
El sudor, después de salir, se evapora perdiéndose en la atmósfera; pero las sales que contiene quedan depositadas en la superficie cutánea ni más ni menos que las sales del mar quedan en la superficie del suelo, si se hace evaporar el líquido. Hasta la piel más aseada contiene microbios que actúan sobre los residuos del sudor, formando con ellos detritus repugnantes. Esta es una de las principales razones de la necesidad del aseo.
La producción del sudor es una de las funciones más útiles de la piel. Algunos de los componentes básicos que contiene el mencionado líquido son sustancias venenosas de que necesita el cuerpo libertarse, para lo cual la piel, con sus glándulas sudoríparas, constituye, como los pulmones, una de las grandes vías por donde el cuerpo elimina sus productos de desecho. No creamos por eso que no tiene utilidad alguna el desprendimiento del 99 por ciento de agua que el sudor contiene, pues por una parte importa mucho que salga constantemente del cuerpo una corriente de agua, ya que este líquido es uno de los más poderosos agentes químicos, y disuelve y arrastra consigo muchas sustancias inútiles y nocivas para el organismo. Pero la secreción del sudor tiene otra utilidad de mayor importancia.
Los animales superiores, y el hombre de un modo especial, necesitan para la integridad de la salud que la temperatura del cuerpo se mantenga siempre en un punto determinado, en toda estación y tiempo.
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