De cómo el mundo antiguo vivía de arroz y hoy vive de trigo


En tiempos recientes se han hecho del trigo muchas preparaciones especiales. Dos de ellas, que se anuncian profusamente con nombres fantásticos, han añadido malta, que ayuda a la digestión. También se hacen con harina de trigo la semolina, los fideos y los macarrones.

Hemos visto que el trigo es uno de los mejores cereales de los que el género humano emplea para su nutrición; pero también hay otros de verdadera importancia. Por ejemplo, el arroz, en el cual estuvieron basadas algunas antiguas civilizaciones. Lo mismo que el trigo, el grano de arroz sacado de la planta es sometido a un proceso particular de "pulido", con el objeto de quitarle la cáscara y dejarlo blanco, tal como lo conocemos. Pero lo mismo que el trigo, el arroz pierde así sales y vitaminas importantes. Esto hace que las personas o animales que se alimentan casi exclusivamente con este arroz presenten a la larga los síntomas del "beri-beri". Esta enfermedad, muy frecuente en los países orientales, se debe a la falta de vitamina B, como se demuestra agregándola directamente en la dieta o en forma de alimentos que la contengan y observando la desaparición de los síntomas de este mal.

El cocido del arroz aumenta mucho su digestibilidad, porque prepara su almidón a la acción de los jugos digestivos. Esta práctica fue descubierta empíricamente hace muchos años.