El admirable revestimiento en el interior del estómago
El revestimiento interior, o forro del estómago, es todavía mucho más admirable. Consiste en una membrana mucosa, es decir, que tiene unas glándulas que producen mucosidad. Pero no es esto todo. Tiene también, a lo menos, otras dos especies de glándulas, que son como pequeños pozos o tubos situados en el revestimiento del estómago, forrado de células vivas, dotadas de fuerza notabilísima. Una especie de estas glándulas produce la sustancia que ya hemos estudiado con el nombre de ácido clorhídrico. Ya sabemos también que de la combinación de un álcali y un ácido resulta una sal. Pues bien; la sal de cocina, o sal común, es el cloruro de sodio, que forma una parte necesaria del alimento de todo ser viviente. En nosotros, y en gran número de animales, la sal es la causa del ácido clorhídrico producido por las glándulas ácidas del estómago.
El cloruro de sodio o sal es llevado a las células de las glándulas por la sangre, y éstas lo dividen en dos partes, ácido y álcali. "Vierten el ácido en el estómago, en donde ejerce las importantísimas funciones de digerir los alimentos. Si un químico quisiera descomponer el cloruro de sodio fuera del cuerpo, podría hacerlo, pero con muchísimo trabajo y empleando para ello sustancias que no se encuentran en el cuerpo humano.
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