Quilón Quilónides, médico, adivino y filósofo, es además un gran traidor
Desesperado Vinicio al enterarse del rapto, tratando de averiguar el paradero de la joven, acude a palacio en la creencia de que ésta habia sido robada por orden de Nerón. Allí se entera que ni éste ni Aulo Plauto saben cosa alguna del rapto, y que la hija de Nerón y Popea se halla gravemente enferma. Es voz corriente entre los allegados a los esposos imperiales que la princesita ha sido víctima de un maleficio cuya autora, al decir de una negra esclava de Popea, es Ligia. Esta circunstancia crea para la hermosa joven un gravísimo peligro pronto a desencadenarse sobre ella en el mismo momento en que la criatura deje de existir.
Cuando, desilusionado y pesaroso, se retiraba, Vinicio se encuentra con Petronio, quien le refiere las medidas que ha tomado para localizar a Ligia. Llegados a casa de Petronio, una de las esclavas griegas de éste, enterada de la búsqueda en que están empeñados tío y sobrino, ofrece presentarles un compatriota suyo, capaz de solucionar rápidamente el problema.
Surge entonces un truhán, que se llama Quilón Quilónides y se titula a sí mismo médico, adivino y filósofo, pero que es, en realidad, un bandido capaz de cometer cualquier crimen por un puñado de monedas. El falso médico se ofrece al desesperado Vinicio para dar con el paradero de la joven, y no tarda mucho en averiguar que es cristiana y que se oculta en la casa de unos correligionarios.
Mientras Quilón y Vinicio prosiguen sus averiguaciones, muere la hija de Popea, con la consiguiente alarma de Petronio por el peligro que ello entraña para Ligia y para su sobrino. Sin embargo, el arbitro de la elegancia consigue, con su extraordinaria habilidad palaciega, desviar el golpe que amenazaba a los jóvenes haciendo que Nerón disponga que la corte se traslade a Nápoles, en espera de que el nombre de Ligia sea pronto olvidado, así como la infame calumnia de que ha sido víctima.
Entretanto Quilón, consumado truhán que aprovecha cuanta ocasión se le presenta para obtener dinero del enamorado Vinicio, ha logrado hacerse pasar por cristiano y, como tal, concurre a los lugares de reunión donde éstos practican su culto, y trata de ganarse la confianza de algunos a fin de dar con el escondite de Ligia.
Luego de varios días de acecho, logra el espía su propósito y, de acuerdo con Vinicio, contrata los servicios de Crotón, el rey de los luchadores profesionales de Roma, hombre fuerte, feroz y sanguinario, y prepara el rapto de la joven. Entre los tres asaltan la casa en que se ha refugiado Calina; pero Ursus se encarga de desbaratar sus planes ahogando entre sus poderosos brazos, después de ruda pelea, al famoso luchador, y quebrándole un brazo al joven patricio, cuya vida salva su propia víctima, aquella a quien iban a raptar: Ligia.
Quilón logra huir y Vinicio es cuidado con amoroso celo por la familia con quien vive Ligia; ésta se transforma en su enfermera, por lo cual pasa el joven los días más felices de su tormentosa vida. En aquel hogar sencillo, honesto, puro y noble traba el joven patricio conocimiento con varios cristianos, entre ellos los apóstoles Pedro y Pablo de Tarso y, por sus conversaciones, se va interiorizando de los aspectos fundamentales de la nueva religión e interesándose por la doctrina que los apóstoles exponen con sencillez patriarcal. En consecuencia, poco a poco se va suavizando su carácter y, a medida que va penetrando los misterios de la religión del Crucificado, llega a interpretar el precepto: «El amor es más fuerte que el terror», a pesar de ser tan contrario a todos los principios que hasta ese entonces rigieron su vida.
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