Muerte del abate Faria y lo que hizo Dantés con motivo de ella


Dantés conocía la isla de Monte Cristo (la cual está situada entre Córcega y Elba) por haber hecho una vez escala en ella. Forma dicha isla una roca casi cónica, originada probablemente por alguna erupción volcánica. Trazó Dantés el plano de la misma, y explicóle el abate cómo se podría recuperar el tesoro. El pobre Faria había perdido ya toda esperanza de libertad para correr en busca del tesoro oculto en Monte-Cristo, y desde que padeció el ataque de parálisis presentía que su fin estaba próximo, por lo cual quiso que Dantés conociese el secreto para el caso de que lograse evadirse del castillo. En efecto, poco tiempo después, el abate entregaba su alma al Criador. Quedó Edmundo sumido en un nuevo mar de angustias, al perder para siempre a su fiel amigo que había sido para él más que vida y al pensar en el negro porvenir que le aguardaba.