Las insondables profundidades del espacio que nos rodea
Por desgracia no podemos ver el cielo en perspectiva. En la vida diaria reconocemos la distancia a los objetos que nos son familiares según el tamaño que aparentan. Si a un automóvil o a un hombre lo vemos de tamaño reducido, significa que está lejos; para distancias pequeñas, tenemos en forma directa la noción del relieve, pues estamos provistos de dos ojos. Si hacemos la prueba de mirar un objeto cercano con un ojo solamente y luego con el otro, sin mover la cabeza, notaremos que ambas imágenes del objeto están desplazadas con respecto a las de los demás. Al mirar simultáneamente con ambos ojos, dos imágenes levemente diferentes son enviadas al mismo tiempo al cerebro, que adquiere de esa manera la noción de profundidad. Pero cuando los objetos están muy lejos, la pequeña separación entre los ojos resulta insuficiente para apreciar el relieve. Se comprende, pues, por qué aunque miremos el cielo con los dos ojos es del todo imposible apreciar la diferencia en distancia de las estrellas que están más lejos y de las que están más cerca.
Si con una cámara fotográfica que tiene dos objetivos convenientemente separados, se toma la fotografía de un objeto, luego puede mirarse por medio de un aparato especial, llamado estereoscopio, que nos brinda una imagen en relieve. Es el mismo principio por el que vemos cinematógrafo en relieve, o estereoscópico, aunque la máquina proyecta las imágenes en una pantalla plana. Con un procedimiento análogo se pueden hacer placas estereoscópicas del cielo que, vistas con el aparato de que hemos hablado, brindan una imagen del cielo en perfecto relieve.
Ya que nos falta la visión del cielo en perspectiva, ¿podríamos apreciar las distancias de las estrellas por su mayor o menor tamaño? Resulta que tampoco podemos apreciar, ni siquiera con telescopio, el disco de ninguna estrella: tan lejos están de nosotros. Por otra parte, las estrellas no son todas de igual tamaño, ni son igualmente luminosas, lo que viene a complicar enormemente las cosas.
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