Hay numerosas variedades de estrellas en el cielo


Hemos visto que hay estrellas parecidas al Sol; otras son gigantes y otras, enanas. Hemos visto también que existen sistemas dobles de estrellas, y hasta otros más complicados todavía. En algunos casos, las dos componentes del sistema binario pueden diferenciarse con el telescopio. En otros, se sabe que una estrella más oscura gira en torno de otra más luminosa por los cambios de luminosidad que corresponden a los eclipses. El espectroscopio, tan útil, permite reconocer que un sistema es doble cuando fracasan otros métodos.

Pero en el cielo se observan otras estrellas que cambian de brillo periódicamente, debido a que pulsan, como si fueran un corazón gigantesco. Esas estrellas se llaman cefeidas, por referencia a la primera de esa clase descubierta, que es la delta de Cefeo. Estas estrellas aumentan bruscamente de magnitud, hasta un máximo muy pronunciado, que disminuye luego lentamente hasta alcanzar su brillo primitivo, en períodos cortos de hasta el muy breve de un día.

De tiempo en tiempo, y aun a simple vista, es posible ver una estrella que explota produciendo catástrofes estelares. Se trata generalmente de una nova o supernova.