El agua: artífice maravilloso que esculpe a corteza de la Tierra


Un viejo refrán dice que la gota de agua horada la piedra. Parece imposible que una cosa tan pequeña y liviana como una gota de agua, pueda vencer materiales tan duros como los que constituyen las rocas. Pero cada

gota de agua que cae sobre un cuerpo, separa y arrastra una pequeñísima porción del material que lo compone. Y así, la acción sostenida de millones de gotas llega a desarrollar una acción demoledora hasta para los más firmes y resistentes materiales.

Los ríos que corren durante años en un cauce van limando las riberas y el fondo, de tal manera que aquél se hace más profundo. En algunos sitios el río se encuentra con verdaderas barreras rocosas que le cierran el camino, y aun así consigue abrirse paso hacia el mar. Si una cadena de montañas o colinas de más alto nivel, se opone a la marcha del agua ésta comienza a acumularse, hasta que llega un momento en que supera la capacidad del dique natural que se le ofrece y se vierte por el lugar más bajo. Es común el hecho de que un río desagüe en un lago, que a su vez se vierte en otro río; éste, en verdad, conduce las mismas aguas del primero. El agua que desborda con fuerza por el lugar más bajo, puede cavar

un cauce que, al hacerse cada vez más profundo, hace descender también e] nivel de agua contenida en el lago.

Cuando el río corre por pendiente suave, es ancho y plácido, y su¡ cauce no es profundo. Pero si el río corre por pendientes muy inclinadas, cava un cauce profundo y estrecho, debido a la mayor velocidad de sus aguas. En esos sitios es donde se desarrolla la mayor tarea destructiva de éstas, que no sólo desmenuzan mecánicamente los materiales del suelo, sino también arrastran todas las sales que son solubles en el agua. Esas sales van 1 mar, donde se concentran cada vez más, ya que las sales no se evaporan por la acción del calor solar, como naturalmente ocurre con el agua.

Cuando las aguas se encuentran con un desnivel brusco, se vuelcan verticalmente, en forma de cascada o catarata. El lugar en que chocan las aguas es intensamente erosionado, y se origina una hoya. También se gasta el borde de la catarata, del cual se desprenden, de tiempo en tiempo, grandes trozos de roca, que pueden permanecer en el fondo de la hoya hasta que a su vez son destruidos. Toda catarata retrocede año tras año, según sea la resistencia de los materiales que componen su borde,

Las aguas rápidas, muy agitadas por remolinos, no sólo llevan sales en disolución, sino también materia suspendida. Cuanto más poderoso es el río, más grandes y pesados son los trozos que puede transportar, Cuando pierde fuerza, deja de arrastrar los materiales más pesados. El río se desprende de las rocas, guijarros y hasta de la arena gruesa, conservando sólo la arcilla, formada por partículas finas, que se decantan con lentitud.