Algnas formaciones rocosas que se deben a la acción del agua
Tenemos pues que, en sus orígenes, en las zonas montañosas, los ríos corren rápidamente por las pendientes empinadas y arrastran muchos materiales. Cuando corre el río por pendientes más suaves, se desprende de buena parte de los materiales que arrastraba, que quedan como depósito en los terrenos más bajos. ;Es así como se desarrolla no sólo una obra destructiva de montañas, sino también una labor constructiva dé sedimentación. Es muy frecuente el hecho de que un río de aguas lientas vaya tapando su cauce con los propios materiales que arrastra. A este fenómeno se debe que los ríos de llanura cambien fácilmente de cauce y se retuerzan en numerosas curvas.
El agua influye también en la formación de una grandísima parte de las rocas y de otras clases de materia que hallamos en la corteza terrestre. Muchas de aquéllas han sido originadas por el mero movimiento del agua: así es fácilmente comprensible, por ejemplo, que las olas y las mareas formen la arena. Si esta arena se comprime fuertemente, se forma la piedra arenisca. La arcilla y la grava ordinarias se deben a análogo proceso de formación.
También hay muchas rocas que se han formado de restos de seres vivientes que existieron hace millones de años. Las rocas calizas se componen de la parte calcárea comprimida de los cuerpos de millones de estos seres secularmente almacenados.
Las aguas pueden desprenderse, en ciertos casos, de las sales que tienen en disolución, dando origen éstas a ciertas formaciones rocosas. Tal es el caso de las extrañas estalactitas y estalagmitas que existen en algunas grutas. Estas formaciones son semejantes a conos o bastones que crecen desde el techo y el suelo de la gruta hacia la parte central, en que pueden encontrarse, formando entonces una sola columna. Se deben a las sustancias calcáreas del agua que gotea del techo de las grutas, y que proviene de filtraciones. El agua que gotea se desprende del gas carbónico que facilitaba la disolución del material calcáreo, y éste se deposita formando los conos o columnas. Como las gotas caen verticalmente desde el techo de la gruta hasta el suelo, se comprende que crezca una estalactita desde el techo hacia abajo, en el mismo sitio en que una estalagmita crece desde el suelo hacia arriba, hasta que llega un momento en que se juntan, formando una columna, que se hace cada vez más gruesa por aporte calcáreo.
Las aguas subterráneas que llevan materiales en suspensión, pueden hallar alguna fisura del terreno en el cual los depositan. Muchos yacimientos minerales han tenido este origen. A veces es precisamente la falta de agua lo que motiva una intensa seque-* dad del suelo, la que a su vez permite la formación de depósitos minerales. Los depósitos salinos de nitro que existen en el norte de Chile se originaron por la lenta descomposición de guano que dejaron allí enormes cantidades de aves marinas. Si en esa región se hubieran precipitado lluvias, habrían impedido la formación de tales depósitos, hoy tan útiles.
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