EL TAMBOR DE TACUARI
Vencido en Paraguarí, el general Manuel Belgrano emprendió la retirada con las escasas fuerzas que le quedaban, seguido por las tropas enemigas que, en número muy superior, hostilizaban su marcha y amenazaban coparlo. Cercado en Tacuarí por algo más de 2.500 hombres, mejor pertrechados y apoyados por una fuerte división de artillería, el general patriota decidió tomar la iniciativa como único y sorprendente medio de salvación.
Arengó a su tropa de 235 hombres y, luego de arrancarles vivos y espontáneos gritos de entusiasmo, cargó sobre el enemigo. La intrépida columna avanzó con la decisión y el valor que su general habíale sabido infundir, al son del paso de ataque que batía, con vigor sobre el parche, un tamborcillo de doce años de edad, el cual, colocado a la cabeza de la columna, servía de lazarillo al comandante Vidal, quien apenas veía.
¡Qué magnífico ejemplo de patriotismo, valor y amor a la libertad nos dan aquel jefe casi ciego y aquel niño, héroes de Tacuarí, donde la fuerza moral triunfó sobre la numérica!
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