El suplicio de Tántalo


Tántalo es un personaje célebre en la mitología por la gravedad de los delitos que se le atribuyen. En cierta ocasión recibió a los dioses en su morada a título de convidados, y, para poner a prueba su divinidad, les dio a comer los miembros de su hijo Pélope. Zeus resucitó a la víctima, y Tántalo, condenado a sufrir hambre y sed eternamente en medio de la abundancia, fue sumergido hasta la barba en un lago, bajo árboles cargados de frutos, pero el agua huía cuando él quería beber y las ramas de los árboles se levantaban cuando quería coger una fruta. La frase “el suplicio de Tántalo” se cita para demostrar la imposibilidad de lograr aquello que, aparentemente, está al alcance de la mano.


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