La batalla con el león


En cierta ocasión en que Alejandro Magno no se hallaba en guerra, fastidiado por su inactividad, mandó le llevaran un fiero león, y al tenerlo en su presencia, luchó con él, por decirlo así, mano a mano, y después de terrible lucha, acabó matándolo.

Un cortesano, que había desaprobado esta inútil manera con que el rey acababa de exponer su vida, preguntado sobre qué opinaba de la lucha, replicó con estas palabras de gran sabiduría:

-Quisiera con toda mi alma que Su Majestad pudiera luchar con un león por algún gran imperio.

Con esta respuesta, el cortesano, al propio tiempo que alababa al rey por su valor, le insinuaba prudentemente que sólo por una gran causa y no por mero orgullo de la victoria, podía arriesgar una vida tan preciosa y de tanta importancia para su pueblo.


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