Por qué las planchas eléctricas se calientan tanto
Todos sabemos bien que el frotamiento produce calor. Basta recordar lo que nos sucede al bajar por un tobogán o cuando frotamos fuertemente un objeto con un trapo. De la misma manera la corriente eléctrica produce calor al frotar contra el conductor por el cual viaja. Se comprende que cuanto mayor sea la resistencia del conductor, mayor será el frotamiento y, en consecuencia, la cantidad de calor que produce. Basta realizar la siguiente experiencia: tocando los conductores una vez abierto el circuito, observaremos que mientras los conductores gruesos permanecen fríos, el conductor delgado se calienta mucho y puede llegar hasta fundirse. Esto es lo que se aplica en los aparatos eléctricos destinados a producir calor. En las planchas, el alambre interior es largo, por eso se coloca en zigzag, delgado y hecho de una sustancia que sea mala conductora; en general, aleaciones especiales. Por eso la plancha se calienta tanto. En cambio, los alambres de cobre exteriores no se calientan casi nada, como se puede comprobar tocándolos una vez que la hayamos desenchufado. En la estufa eléctrica se aplica el mismo efecto, lo mismo que en los tostadores, calentadores, etc.
En cambio, cuando se quiere evitar la producción de calor -porque si no se lo utiliza es energía que se pierde-, hay que usar cables gruesos y tratar de que los circuitos sean lo más cortos y directos posible. Cuanto más intensa sea la corriente, más grueso debe ser el alambre, no sólo para que no se produzcan pérdidas muy grandes por el calor, sino también para evitar que la temperatura aumente tanto como para producir incendios u otros percances.
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