Un hombre genial al cual la gente de su época llamaron loco
Julio Roberto Mayer fue un modesto médico alemán, nacido en 1814 en la ciudad de Heilbronn. En el verano de 1840, siendo médico de un barco, al llegar a Batavia observó, al sangrar a: unos tripulantes, que la sangre venosa era allí más roja que en Europa. Este hecho singular le llamó poderosamente la atención y para explicarlo hizo numerosas experiencias. El resultado de sus investigaciones fue el descubrimiento del principio de conservación de la energía, cuya importancia ya hemos señalado. Los escritos de Mayer fueron rechazados por las revistas alemanas, y el pobre médico intentó suicidarse y concluyó por volverse loco, por lo cual lo internaron en un manicomio. El caso de Mayer es uno de los más tristes en la historia de la Física, y muestra hasta qué punto los genios pueden ser desconocidos por el resto de sus contemporáneos. Meses después curó de su locura y prosiguió sus investigaciones, hasta que físicos ingleses comprobaron la exactitud de sus experiencias y la importancia de su descubrimiento.
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