Por qué da imágenes una lente. La imagen real y la virtual


Todos hemos tenido alguna vez en nuestras manos una lente; los efectos que produce con la luz son sumamente atractivos y varían según el tipo, es decir, según sean convergentes o divergentes. Las primeras pueden ser distinguidas debido a que son más gruesas en el centro que en los bordes; por el contrario, las segundas tienen mayor espesor en los bordes que en el centro. Esto en cuanto a la distinción por la forma, pues en lo que se refiere a la luz, los efectos confirman la denominación. Las convergentes desvían los rayos luminosos de tal manera que un haz proveniente de un punto, se transforma, al atravesar la lente, en un nuevo haz que converge en otro punto. Esto es muy importante, pues la lente ha permitido que la luz reproduzca en el espacio una imagen del punto del cual partió. Si consideramos la luz proveniente de una figura, tendremos como imagen una reproducción de dicha figura. Siendo así, no cabe duda entonces que este tipo de lente será el que utilizan las cámaras fotográficas, los proyectores cinematográficos, las ampliadoras de fotografías y, también, otros aparatos destinados igualmente a la realización de trabajos semejantes, basados en la luz.

En lo que se refiere a las lentes divergentes, cuando pasan a través de ellas los rayos luminosos que salen de determinado punto, son desviados de modo que divergen completamente unos de otros, y no pueden volverse a reunir. No existe, pues, una imagen real. Sin embargo, si observamos en la figura respectiva, apreciaremos que la prolongación de tales rayos se encuentra en un punto detrás de la lente. Se dice entonces que se ha formado una imagen virtual, pues ella es una ilusión óptica, que podemos ver pero no existe en el espacio real, como lo prueba el hecho de que, si colocamos una pantalla en el lugar donde se forma una imagen virtual, no se proyectará nada sobre ella, mientras que en el caso de una imagen real se observaría ésta proyectada sobre dicha pantalla.