El poético renacimiento veneciano y sus obras características
Agrupa este título destacados edificios realizados en la bella ciudad de Venecia, cuyos mayores espacios libres son lagunas y muchas de cuyas comunicaciones están servidas por canales.
La acuática ciudad cuenta con iglesias y palacios que espejan sus formas singulares -con mucho del estilo gótico precedente y llamativos colores- en las aguas frente a las cuales se levantan.
Entre las primeras gozan de gran prestigio Santa María de los Milagros, obra de Pedro Solarí, conocido como Pedro Lombardo; San Jorge el Mayor, y la del Redentor, ambas de Andrés Palladio, y finalmente Santa María de la Salud, realizada por Baltasar Longhena.
Entre los palacios son particularmente notables el de Vendramin, de Lombardo; el Cornaro, de Jacobo Tatti, llamado Sansovino, autor también de la fina logia contigua al campanario de la plaza de San Marcos, y el Grimani, trabajo del arquitecto Miguel Sanmicheli.
Ciérrase así el cuadro de la arquitectura renacentista italiana desarrollada especialmente en Florencia, en Roma y en esta Venecia, algunas de cuyas obras finales como también otras, romanas, demuestran el reemplazo del movimiento clásico que inspiró el Renacimiento por otro movimiento, anticlásico, de complejas formas y gusto muchas veces discutido, al que la historia de la arquitectura denomina estilo barroco que pierde la serenidad renacentista para tornarse reflejo de un alma torturada.
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