El ocaso de un gran imperio y su nueva vida gracias a Psamético I
Después de la XIX dinastía, a la que pertenecen faraones tan renombrados como Ramsés, Seti y otros, Egipto sufrió la dominación de príncipes etíopes y la invasión caldeo-asiria, que detuvieron o adulteraron la cultura nacional hasta que Psamético I, que se había refugiado en Sais, dio un nuevo empuje al imperio, provocando una reacción nacional que conocemos con el nombre de renacimiento saíta. Psamético, llamado el Restaurador porque logró restablecer en el valle del Nilo las dinastías nacionales en el siglo vii antes de Cristo, devolvió la libertad a su país y estableció la capital en Sais, donde el arte recibió un nuevo impulso en el que se nota ya cierta influencia griega, impulso que fue en aumento hasta que Alejandro, al difundir la cultura helenística en las tierras que conquistaba, le imprimió nuevas características.
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