Con un puñado de valientes vence a todo un ejército
He aquí una gloriosa hazaña del audaz llanero. Comenzaba el año 1819. A un lado del caudaloso Arauca se hallaba Morillo con sus bravos expedicionarios; al otro, Bolívar con el heroico ejército republicano, del cual Páez tomaba parte. Ambas huestes se acechaban mutuamente; de súbito Páez, llevado por su genial temeridad, lanzó su caballo a las ondas del Arauca a la cabeza de 150 jinetes escogidos, y marchó audazmente hacia el campo enemigo. Apenas llegaron los desenfrenados llaneros a cien pasos de la línea española, siete mil fusiles y seis piezas de artillería abrieron fuego contra ellos; y la historia relata cómo aquel glorioso puñado de hombres combatió y derrotó decisivamente a fuerzas enemigas ocho veces superiores en número y armas.
Fue Páez uno de los héroes de la inmortal jornada de Carabobo (24 de junio de 1821), victoria que aseguró la independencia completa y definitiva de Venezuela y Colombia.
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